Desde que en los inicios de la década de 1980 los conjuntos Mazapán y Zapallo inauguraran una nueva escuela creativa para la música infantil —con composiciones originales que ampliaron el repertorio de canciones dirigidas a los niños, además de la utilización de un instrumental diverso— una serie de proyectos se alinearon con la propuesta que marcaría los siguientes años para el género. Uno de los más importantes de esta línea fue Acuarela, fundado en 1990 por un grupo de profesoras de música de la Universidad de Chile.